Trata de relacionar en qué momentos te muerdes las uñas para intentar evitarlos. Así, si sueles hacerlo cuando estás muy aburrido, evita los ratos muertos y ten ocupadas las manos; por ejemplo, coge un crucigrama o un sudoku y cómete la cabeza pensando la solución, pero, eso sí, no mordisquees el lápiz.