Como era la vida de la mujer del famoso escritor dentro de un oscuro matrimonio.
Charles Dickens era un afamado escritor en las que destacan las historias de Navidad tan entrañables, lo que no se conoce tanto es que las navidades con su esposa Catherine Hogarth se podrían calificar más bien en la categoría de suspense y terror.
Ser la mujer de uno de los escritores más famosos de la historia no le debía resultar un camino de rosas y menos durante el siglo XIX, una época en la que las mujeres siempre estaban en segundo plano.
Se conocieron en la época en la que Dickens trabajaba de periodista, mucho antes de que se hiciera popular, durante su fiesta de cumpleaños en el año 1835, Catherine era la hija de su jefe.
Contrajeron matrimonio a la los pocos meses y tuvieron 10 hijos.
El amor crecía con los años aparentemente durante los primeros 15 años. Este amor se puede apreciar sobre todo en la novela que publicó a los dos años de se casamiento llamada “Nicholas Nickleby” en la que tiene un final feliz para el protagonista casándose y teniendo varios hijos.
Viajaban, quedaban con sus amigos, hacían fiestas…era una pareja muy feliz y enamorada.
Catherine era una gran actriz que llegó hasta a presentar en Canadá y Estados Unidos, una escritora, una excelente cocinera, una estupenda compañera de viajes dicho por el propio Dickens.
Llegó a publicar un libro en el que daba consejos para hacer cenas multitudinarias. Llevaba el título ¿Qué hay para cenar?, aunque algunas personas osaron decir que lo había escrito su marido, algo muy poco creíble, ya que en una época como esa en la que las mujeres tenían tan pocos derechos, muchas tenían que firmar sus obras con seudónimos masculinos para poder ser publicados.
Con el paso de los años ese amor fue desvaneciendose hasta que en el año 1858 decidieron terminar su relación pública y legalmente de una forma terrible.
La opinión pública discrepaba y se posicionaba, la gran mayoría le daban la razón a él, ya que era un reconocido escritor, mientras que otros apoyaban a Catherine justificando que estaba eclipsada por su marido, no dejándola brillar.
Dickens la echó de casa acusándola de tener problemas mentales, de ser una mujer deprimida y poco interesante, que influía negativamente en su trabajo.
Esto influenció a dar a la mujer muy mala imagen y dando coba a un sinfín de rumores, entre ellos a que era una persona con problemas de alcoholismo.
Tras estudiar un poco más sobre la vida de esta mujer, posiblemente si fuera depresiva pero por otras causa distintas. Después de sufrir los partos de sus 10 hijos, y la pérdida de varios, entre la que podemos contar la de su hija Dora con falleció a los 8 meses, las continuas mudanzas y viajes causados por el el trabajo de Dickens, el tener que adaptarse a ser la mujer de un afamado escritor, la presión de ser una buena anfitriona de las numerosas cenas que tenía que organizar, unido a todas las cosas que le pueden afectar a cualquier mujer en el entorno de su hogar.
Pocos conocen que Dickens estaba enamorado también de la hermana pequeña de Catherine, Mary, a la que invitó a irse a vivir con ellos al poco de casarse.
Mary falleció al poco tiempo de mudarse con ellos. A Dickens le afectó tanto que le guardó luto durante varios años, portaba un anillo de ella y utilizó su recuerdo como inspiración para varias novelas.
Cuando los problemas matrimoniales ya eran más evidentes, Dickens conoció a Ellen Ternan, una actriz amiga de su tercera hija.
La esposa molesta por los regalos que le hacía a la chica, acusó a Dickens de adulterio, un motivo de divorcio en la época, pero Dickens lo negó.
En la época victoriana, una celebridad como él no podía permitirse esa reputación ya que estaba muy mal visto divorciarse.
Dickens se quedó con la custodia de todos sus hijos menos de su primogénito.
Los hijos de ambos, aunque no lo tenían prohibido,no solían ir a visitar a su madre.
La mujer falleció tras enfermar de un cáncer en 1879.