Más de 140 niños y 200 crías de llamas, fueron asesinadas el mismo ritual hace más de 500 años.
Este sacrificio, uno de los más grandes registrados con niños, del mundo, fue encontrado en Perú y fue hallado tras desenterrarlo en la costa norte donde encontraron los restos del ritual.
Fue encontrado por lugareños, alertados por encontrar restos humanos en un acantilado, avisaron a los expertos en el año 2011, que tras hacer una rápida excavación en el mismo lugar que les habían indicado, les reveló el resto del enterramiento.
El estudio científico del yacimiento sigue en curso y se hace a la sombra de la ciudad en la que en aquel momento era la capital del Imperio preincaica de Chimú, que estaba en plena expansión.
En otras civilizaciones ancestrales como la maya, la inca o la azteca, también se registraron sacrificios humanos durante la época colonial y que se han documentado en yacimientos modernos. Pero no se ha escrito sobre ninguno con la envergadura de éste, tantos niños sacrificados durante un mismo ritual por el pueblo precolombino tan poco conocido, llamado Chimú.
En solo un día los arqueólogos habían sustraído del yacimiento los restos de más de una docena de menores entre cinco y catorce años. Estaban conservados en una arena seca por más de quinientos años.
Se cree que como no les funcionaban los rituales con adultos, decidieron cambiar las ofrendas por lo más preciado que tenían, los niños.
El yacimiento se le conoce como Huanchaquito-Las Llamas, y se encuentra en medio de una zona de viviendas residenciales en expansión, en la parte inferior de un acantilado, a unos trescientos metros por encima del nivel del mar.
En la civilización antigua se encontraría a menos de 1 kilómetro de Chan Chan el centro administrativo de chimú, hoy declarado patrimonio mundial de la UNESCO.
Por medio de las pruebas con radiocarbono que se les hicieron a los productos textiles y las sogas que estaban en las tumbas, datan el enterramiento entre los años 1400 y 1450.
Los daños causados en los restos de los animales y los pequeños, muestran signos que sugieren que les extrageron el corazón tras abrirles el pecho ya que tenían las costillas dislocadas y cortes en el esternón. Los rostros los habían pintado con un pigmento de color rojo. Todos los restos fueron colocados en el enterramiento estrategicamente mirando al mar. Entre los restos se encontraron también los cuerpos de un adulto y dos mujeres, pero estos presentan signos de golpes en los cráneos y parece que pudieron ser asesinados posteriormente.
Los sacrificios de seres humanos se han llevado a cabo por todo el planeta en distintas culturas y épocas, pero lo que le diferencia del resto es que solían hacerse con adultos.
Por la capa de lodo que se encontró en el yacimiento, da la creencia de que el ritual se hiciera con la intención de apaciguar la lluvia tras unas inundaciones muy intensas y al ver que con los adultos no lo conseguían, prosiguieron con el sacrificio de los niños como nuevo tipo de víctimas.