Los remedios tradicionales para combatir males menores suelen ser de lo más efectivos, económicos y que podemos hacerlos todos en nuestras casas.
Y es bien sabido que nuestras abuelas son muy sabias, no se equivocan nunca y nos enseñan muchos remedios de antaño que hacen milagros.
En este artículo vamos a ayudarte a deshacerte de esos pequeños bultos llamados verrugas comunes.
Las verrugas comunes o vulgares son unos pequeños bultos que suelen tener el mismo color de la piel, de tacto rugoso. Normalmente las encontramos en el dorso de las manos, en los dedos o en el cuello y pueden aparecer aisladas o en grupos.
En ocasiones tienen unos puntitos negros que, si se estudia de cerca, son coágulos en los vasos sanguíneos.
Las verrugas vulgares suelen ser víricas, se contagian por contacto y suelen ser visibles en la piel a partir de entre dos y seis meses después del contagio. Estas verrugas no causar ningún daño para la salud y desaparecen en un par de meses.
Con el remedio tradicional que os vamos a detallar a continuación haremos que ese proceso sea muchísimo más rápido, ya que a nadie nos gusta mostrar esos antiestéticos bultos en nuestro cuerpo.
Para ello se necesita únicamente tres cosas, vinagre de manzana, un poco de algodón y esparadrapo.
Comencemos como lo harían “las abuelas”, lavando las manos y la zona donde está la antiestética verruga con un jabón neutro.
Una vez limpiada y secada la piel, cogemos una bolita de algodón y la impregnamos con un chorro de vinagre de manzana.
Escurrimos el algodón para quitarle el exceso y lo ponemos sobre la verruga.
Debemos dejarlo actuar durante toda la noche, por lo que lo fijaremos a la piel con el esparadrapo.
Retíralo al levantarte por la mañana, acláralo y listo.
Este proceso debes repetirlo cada tres días.
la verruga irá tomando un color oscuro y al final se caerá sola.
Las propiedades antibacterianas y antifúngicas de vinagre de manzana son excelentes para terminar con las verrugas.
Si no tienes vinagre de manzana puedes sustituirlo por agua oxigenada y seguir el mismo procedimiento.
Otros remedios alternativos para erradicarla pueden ser:
Con hielo seco, con el frío podemos quemar la verruga, de la misma manera que los dermatólogos hacen con el nitrógeno líquido. Es una solución un poco peligrosa y deberías emplearla como última opción y con protección. Para ello se debe dejar sobre la verruga un pedacito de hielo seco durante 25 segundos. Es una práctica poco recomendada por el manejo peligroso del hielo seco, aunque sea muy efectivo.
Otro remedio heredado de la sabiduría de nuestros antecesores, es con hilo de seda dental y para verrugas normalmente localizadas en las manos y el cuello.
El proceso no es doloroso y consiste en envolver la verruga por la base con la seda dental y atarle un nudo fuertemente.
Acabará secándose y cayéndose al no llegarle riego sanguíneo.
Nunca debes cortarlas con tijeras ni cualquier otro utensilio, lo que puedes conseguir con ello es que el sangrado extienda la infección y empeores la herida.
Tampoco la raspes, ya que es una infección, y la puedes extender, recuerda que no es una piel muerta.