Existen diversos usos para las impresoras 3D, cuyo valor en el campo de la Medicina es incalculable. Un ejemplo es el reciente desarrollo de un corazón artificial que tiene como objetivo convertirse en un sustituto para un corazón real, en caso de una afección cardíaca.
Gracias al diseñador e investigador japonés en biomimética Jun Kamei, estamos entrando en una nueva era submarina. Este último ha creado equipos muy útiles para los entusiastas del buceo. Más específicamente, se trata de branquias 3D artificiales que deberían ayudarnos a seguir respirando bajo el agua.
Se estima que para el año 2100 el ascenso mundial de las temperaturas sobrepase los 3°, lo que a su vez provocará que el nivel del mar aumente. Esto podría sumergir a las megaciudades costeras y afectar a millones de personas que habitan en esas zonas.