NOMOFÓBICOS, LOS ESCLAVOS DEL MÓVIL

 En la época que estamos viviendo es casi imposible echar un vistazo al pasear por la calle y no encontrarte personas colgados del móvil, sentados, parados o de pie, todos con la cabeza inclinada hacia delante, observando la pantalla. Cada vez la gente se relaciona menos, no hay cruces de miradas, los bancos ocupados de los parques soportan el peso de gente inmóvil y en silencio, ya no escuchan conversaciones que no hace muchos años se escuchaban por las aceras.

Las nuevas tecnologías puede que nos acerquen más a la gente que tenemos más lejos, pero también crea el efecto contrario con los que tenemos más cerca e incluso nos puede generar una gran adicción.

La nomofobia es conocida a la afección de tener miedo a no poder usar un teléfono móvil, a quedarte desconectado, ya puede ser por habértelo olvidado en casa, o por no tener cobertura o que se agote la batería. El impulso de revisar los mensajes continuamente. La dependencia al smartphone llevada a un punto extremo.

 El móvil se ha convertido en nuestro complemento diario más imprescindible, y que en muchas veces puede llegar a causar problemas de salud de gravedad.

Según un estudio hecho por expertos, 8 de cada 10 españoles podría estar sufriendo este trastorno consciente o inconscientemente.

La nomofobia afecta en la actualidad más a la generación que ha nacido con en la época más reciente, los posteriores a la era digital, ya que desde que existen han estado hiperconectados.

La franja de edad más afectada es entre la adolescencia, ya que es cuando se busca más la aceptación de algunas amistades y están intentando integrarse en algún grupo social.

Si lo clasificamos por género, las mujeres tienden más a sufrir de monofobía por su carácter emocional, los lazos que crean por teléfono son más fuertes. Estas relaciones ya tienen un nombre que se conoce entre los psicólogos, son las relaciones líquidas, que consiste en que ahora en vez de decirse lo que sienten cara a cara o verbalmente, los jóvenes lo expresan a través de emoticonos y mensajes.

El Diario - ¿Por qué somos esclavos del móvil?

El manejo continuado de las redes sociales, internet, teléfonos móviles y tablets, hace que se resienta nuestra salud.

Algunos de los síntomas que puede producir la nomofobia pueden ser taticardias, ansiedad, dolor de cabeza, de estómago o pensamientos obsesivos.

Estos síntomas pueden ser causados por la gran dependencia de los demás, problemas de autoestima y de relacionarse, y como los móviles son un nexo de conexión, potencian estos problemas. Esta inseguridad personal es la causa más común en la nomofobia.

Otra causa en muchos casos, es la idea del perfeccionismo, la necesidad de hacerlo todo bien, sin ningún fallo.

Cuando esperamos una llamada y no la contestamos, tenemos el sentimiento de estar fallando a la persona que hay al otro lado y nos miedo y angustia.

Como consecuencia nos provoca esa adicción incontrolable, una esclavitud absoluta al teléfono móvil.

Son incapaces de pulsar el botón de apagado del móvil por la noche, por lo que el sueño se ve afectado, llegando al insomnio.

Como el adicto al tabaco que lo pasa mal cuando no tiene la posibilidad de fumar, los monofóbicos, no pueden tener el móvil entre sus manos y no consultarlo cada poco.

El mejor tratamiento que se puede proponer sería ponerse en contacto con un especialista en dependencias.  Detrás es muy probable que haya una un sentimiento que presione algún aspecto de su vida y sea necesario que lo libere.

Se aconseja priorizar la vida real a la virtual, enumerarse lo que sería un uso razonable del teléfono y cuando estés comiendo o en reuniones familiares se debería dejar apagado.